Real Madrid
3 - 1
PSG

DALIAHDEZ | Pixabay

Otra noche mágica europea en el Bernabéu

Lo que se vivió ayer en el Santiago Bernabéu no es muy normal. O sí. Desgraciadamente -para los equipos rivales- visitar el estadio del Real Madrid con una renta de goles en el partido de ida no es suficiente. Da igual cómo esté anímicamente y cómo esté jugando el conjunto de Ancelotti que a la mínima posibilidad de reacción, reacciona. Necesitan un mínimo detalle para volver a protagonizar la ya típica noche mágica europea en el Bernabéu.

El Real Madrid abandonaba París en el partido de ida con un 1-0 en contra, y casi dando las gracias. Leo Messi fallaba un penalti y certificaba el papel de Thibaut Courtois como hombre del partido. El equipo parisino tuvo 21 ocasiones de gol y en 8 de ellas el portero belga tuvo que intervenir para evitar el gol. El Real Madrid sólo tiró tres veces y ninguna de ellas entre los tres palos.

La chispa que detonó al Real Madrid

El partido en el Santiago Bernabéu empezaba mejor para el Real Madrid que en el Parque de los Príncipes. Alguna internada de Vinícius Jr parecía poner en jaque a la defensa parisina. Las tornas se fueron cambiando y el PSG fue durmiendo esa intensidad del Madrid a base de toques en el centro del campo y combinaciones de sus 3 hombres de arriba: Messi, Neymar y Mbappé.

Kylian Mbappé, el que para muchos será el próximo estandarte del madridismo hizo un partido casi sobresaliente -de no ser por el resultado final-. Generó peligro en cada balón que tocaba, se asociaba a la perfección con Neymar y Messi y marcó hasta tres goles, dos de ellos anulados por fuera de juego. El partido se iba al descanso con un 0-1 a favor de los de Mauricio Pochettino.

El Real Madrid necesitaba dos goles para igualar la eliminatoria y tres para clasificarse para Cuartos de Final. Tres goles en 45 minutos parecían una tarea harto complicada. Fue entonces cuando entró en escena Gianluigi Donnaruma. El a veces criticado portero italiano regaló un balón a Vinicius ante la presión de Benzema que se convirtió en el empate del francés ante sorpresa de todos. Ese fue la chispa que detonó al Real Madrid. El estadio enloqueció, las piernas de los jugadores locales recuperaron energías y hasta su cara cambió. El tiburón había olido sangre.

 

 

En apenas 10 minutos Karim Benzema marcó otros dos goles para dar la vuelta a la eliminatoria de forma sorprendente. El PSG perdió todo el dominio que había demostrado durante el partido de ida y la primera parte, y se dejó maniatar por un Madrid que pudo marcar el 4º.

El aficionado madridista siempre apela a la noche mágica europea en el Bernabéu y el resto no le cree habitualmente. Pero este equipo demuestra en esta competición por qué ostenta el título que mostraba el tifo de uno de los fondos del Bernabéu: Rey de Europa.

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